Como se menciona en este artículo, la COVID persistente apenas se mencionó en los mensajes de las autoridades sanitarias durante las olas delta y ómicron; se hizo más hincapié en la gravedad y la mortalidad, ignorando en gran medida las secuelas crónicas que tiene la enfermedad, unas secuelas que resultan debilitantes y que han alterado la vida de muchísimas personas. Tampoco hemos hablado de las responsabilidades sociales que tenemos para con una generación creciente de enfermos, muchos de ellos entre los 30 y los 50 años.
Para saber más sobre esta importante investigación y del porque no estamos preparados para este tipo de enfermedades infecciosas, le invitamos a seguir leyendo este artículo, “La COVID persistente pone el foco sobre las enfermedades crónicas”
Autor: (O’Rourke), (Directora de la revista literaria Yale Review. Ha publicado ensayos, críticas y poesía en The Atlantic, The New Yorker y muchas otras publicaciones).
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