Como lo comenta, Lawrence Gostin, La pandemia de COVID-19 es una de esas grandes crisis, pero en lugar de traer cambios importantes ha quebrantado la solidaridad planetaria. Esta fractura pone de manifiesto la profunda fragilidad de la OMS, guía mundial en materia de salud. Su normativa para la gestión de pandemias —el Reglamento Sanitario Internacional, que es vinculante— no ha servido para lo que estaba pensada, dado el incumplimiento generalizado de los Gobiernos nacionales.
Pero no es demasiado tarde. De hecho, es el
momento justo de plantearnos cómo erigir un marco internacional más ambicioso
para la salud pública.
Para saber más sobre qué rumbo debería tomar
la OMS, le invitamos a seguir
leyendo este artículo, “Las instituciones internacionales de sanidad no dan más de sí”
Autor: (Gostin, 2022), (Catedrático de derecho sanitario
internacional en la Universidad de Georgetownurg).
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